Cómo los medios muestran la denuncia por violación contra Juan Darthés
Minutos después de que Thelma Farín haga pública la denuncia por violación contra Juan Darthés, se publica esta nota.
Esto son los medios, así funciona para ellos, deslegitimar la palabra de las mujeres, perpetuar las opresiones, cosificar, sexualizar, infantilizar, perpetuar estereotipos.
Y como en este caso, mostrar a los violadores como buenos y respetables padres de familia, galanes, que “Deberán encontrar la forma de limpiar su imagen pública frente a esta nueva denuncia si quiere volver a protagonizar una novela y que sus seguidoras sigan fantaseando con él como el hombre que todas querrían tener a su lado” Darthés no es un “actor con perfil familiero que sus colegas acusan de acosador”.
Es un actor acusado de violación.
Los medios masivos están plagados de Darthés, pero estos Darthés existen y tienen espacio porque forman parte de algo más amplio, de una corporación mediática integrada por hombres y mujeres que son los que los protegen, le palmean la espalda, celebran sus excesos, se ríen cuando cuenta sus abusos, cuando le mira el culo a una adolescente, lo defienden, le dan trabajo, lo contratan para que siga trabajando con menores porque saben que ellos también son Darthés, que lo fueron o lo serán, por eso se defienden y se cubren.
Escuchen el tono de las defensas, hay mucho de eso ahí, saben que si Darthés cae ellos podrían caer también.
Son los que construyen y reproducen el modelo de mujer con el que venimos conviviendo, homogéneo, cuerpos jóvenes, mujeres cosificadas, sexualizadas, haciendo el papel de la conventillera, la tonta, la puta, todo bien delimitado por ellos, alimentado por muchas mujeres también porque la cultura patriarcal nos atraviesa a todxs. Un modelo violento que nos oprime y nos disciplina a todas las que estamos del otro lado de las pantallas.
En este video faltan varixs, pero sirve de muestra para tener presentes las formas en las que la corporación mediática se defiende, se protege y se cuida.
La violencia hacia nuestros cuerpos y subjetividades, hacia nosotras es sistémica y los medios son los grandes normalizadores de esa violencia.
